La Santidad del Sinaí

La Santidad del Sinaí

Por Rav Kook

Traducción y/o paráfrasis: drigs, CEJSPR

Santidad transitoria

Nuestro sentido de santidad y cercanía a Dios no es constante; hay momentos en que experimentamos una mayor conciencia espiritual. Estos momentos nos hablan de una santidad transitoria: kedushat sha’ah.

También en la vida de la nación, hay momentos especiales de kedushat sha’ah. Este, es el tema central del Sefer Bamidbar (el Libro de los Números), en el que se relatan las experiencias únicas de Israel durante su estancia de cuarenta años en el desierto del Sinaí; una época en que el pan caía del cielo y el agua brotaba de las rocas, una época de protección divina y una revelación profética incomparable.

El libro de Bamidbar  abre con las palabras:

“Dios le habló a Moisés en el Desierto del Sinaí en la Tienda de la Comunión”. (Números 1:1)

Los términos ‘Desierto del Sinaí’ y ‘Ohel Mo’ed’ (Tienda de Comunión) son motivos que se repiten a lo largo de Sefer Bamidbar. Llaman nuestra atención sobre la kedushat sha’ah especial de esa generación.

A diferencia de la santidad permanente de Jerusalén, la santidad ligada al Monte Sinaí fue temporal y duró solo la duración de Matan Torá, la Revelación de la Torá en el Sinaí. A diferencia de la permanencia del Templo, una estructura duradera, el Tabernáculo era provisional, una tienda portátil. Y a diferencia de las 613 mitzvot que se aplican en todas las épocas, las mitzvot especiales que Dios ordenó a los israelitas en el desierto (cómo acampar, las señales sonoras, la orden de transportar el Tabernáculo) solo comprometieron a esa generación.

Uno no debe pensar que kedushat sha’ah está en un nivel más bajo que la santidad permanente. Al contrario, es precisamente por su altura que esta santidad no puede durar para siempre. La deficiencia no está en ella, sino en nosotros que la experimentamos. No podemos mantener este nivel de santidad de forma continua.

Un ejemplo de la santidad temporal de Sefer Bamidbar fue el uso de estandartes especiales por parte de los israelitas para cada tribu en el campamento. El Midrash explica que estas banderas fueron entregadas a Israel debido a su deseo de emular a los ángeles. Ángeles aparecieron en Matan Torá en carros adornados con banderas, y los israelitas querían tener banderas similares. Estas banderas corresponden a la santidad temporal del Monte Sinaí y Matan Torá. Reflejan la santidad especial de los ángeles, una santidad más allá del alcance del alma humana.

Moisés y Aarón

La dicotomía entre santidad temporal y permanente también estuvo presente en los líderes de esa generación: Moisés y Aarón. Moisés sirvió como kohen durante la dedicación del Tabernáculo, un sacerdocio de kedushat sha’ah que duró solo una semana. Por otro lado, con Aarón comenzó un linaje de kohanim para todas las generaciones. Incluso hoy, los kohanim enfatizan su conexión con la santidad permanente de Aarón en la bendición que recitan, “Quien nos santificó con la santidad de Aarón”.

La fundación del pueblo israelí/judío requirió ambos tipos de santidad. Necesitaban tanto a Moisés como a Aarón, ambos kedushah sha’ah y kedushah la-dorot. Los eventos registrados en Sefer Bamidbar tuvieron lugar durante una era de milagros y providencia Divina única: la revelación histórica en el Sinaí y la incomparable visión profética de Moisés en el Ohel Mo’ed provisional. Pero también era el momento de establecer los cimientos para la santidad permanente de Israel, de establecer la Torá y las mitzvot que guiarían a todas las generaciones futuras.

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